SE DICE DE…. ELLAS
Un hombre aparece muerto en su casa. Las mujeres de su entorno, encarnadas por la actriz o llevadas a escena por sus voces, opinan de la situación…y de la vida de Sergio (el difunto en cuestión). Femenina, pero no feminista, se cuelan los diversos matices de la vida conyugal, de la vorágine moderna, de las vivencias del barrio y los desquicios familiares, económicos. El “qué dirán” se enmarca en el escenario, ejecutándose o tiñendo las acciones de los personajes. La mirada de los otros analizada, sufrida y operada en escena interviene.
Un magenta encendido nos recibe, nos acomodamos y empieza…a sala llena la obra escrita e interpretada por Sonia Daniel se ejecuta sin respiro. Festejamos los juegos de palabras, los usos de lenguaje que con sencillez irrumpen dando lugar al absurdo. Así, se pone en jaque la lengua y los actos, pues con un buen uso de pausas y tonos durante el monólogo opera la desfachatez que provoca risa. Con dirección de María Luisa Stille, Dícese de la persona cuyo cónyuge ha muerto presenta en escena un trabajo medido, lúcido y versátil (destacable la madurez de la pieza siendo esta la primera dirigida por Stille destinada a adultos –la segunda en su haber profesional–). La adecuación de los elementos y recursos (nos) hablan de un equipo de trabajo consolidado que funciona para dar cuerpo al espectáculo sin perder la línea del estribo. La incursión en el uso de recursos tecnológicos funciona en forma positiva, ingresan a la zaga lejos de limitarse a ser telón pintado o recurso de relleno.
Capítulo aparte merecen los personajes que intervienen en escena de la mano de Sonia Daniel que, entre la inocencia extrema de Brendita hasta el decoro extrañado de la vecina, provoca en los espectadores con Talula y la empleada, procesos de identificación que estallan en risa. ¿Un complemento? La comida que comparte Talula con sus invitados –el público en el contexto del acontecimiento, los allegados en el marco de la ficción- que enfatiza la zona de experiencia, bifurca el espacio escénico y favorece la irrupción de lo liminal por momentos. ¿Un detalle? El retablo de muñecos y la manipulación de objetos: la disposición de estos y su inclusión en diversos momentos del espectáculo, como el trapo de limpieza que se animiza en la escena de la paraguaya.
¿Una reflexión? La apuesta al uso de lo cotidiano puesto en relieve sin moralina, los efectos de humor que se apoyan en el uso de contrarios tales como la fiesta- el velorio (ambos rituales sociales); la interpelación a los espectadores que provoca reacciones incorporándolas al guión. ¿Una anécdota? Cuando salía de María Castaña, una espectadora dijo “me encantó esta obra, porque es para público ‘de verdad’, le voy a decir a mis papás que vengan porque les va a gustar, es teatro para público ‘público’” quizás intentando enfatizar en el sentido popular de la puesta, en la escucha atenta que hace a lo que pasa en la sociedad llevándolo a las tablas para que podamos discurrir sobre el tema, pues a partir de un episodio particular se develan problemáticas y situaciones comunes a la mayoría –o al menos, que todos conocen– y allí reside el encanto de esto: poder hacer algo único con algo común no es poca cosa y hacerlo con elementos justos, es algo que merece un aplauso. Para toda la familia, para ver en familia, llevando suegras, tíos y hasta al chino de la esquina, ícono del barrio.
______________________________
Obra: Dícese de la Persona Cuyo Cónyuge ha Muerto….
Actriz: Sonia Daniel
Dirección General y Puesta en Escena: Maria Luisa Stille
Escenografía y Utilería: Carolina Fassulo
Diseño de Vestuarios: Sofia Jaskowsky
Realización de Vestuario: Elena Reyeros
Pelucas: Ariel Messia
Multimedia: Juan Manuel Díaz
Diseño Gráfico: Juan Manuel Díaz
Fotografía: Javier Velazque
Asistencia de Escenario: Rodrigo Pesce
Asistencia de Dirección: Soledad Cipollari
Asistencia Técnica: Juan Manuel Diaz
Producción: Leo Rey y Agrupación Teatral María Castaña
No he podido ir a ver la obra, todavía, pero el comentario de Silvina me despierta mucho interés, no solo por debelar la historia que se insinúa pero no se cuenta en su critica. Reafirmo el comentario de Sonia sobre la pluma de una de las personas que respeto al momento de posar su mirada en una producción teatral, poniendo atención, no solo en lo que se ve, sino en lo que se percibe en un hecho tan sensible y tan especial para un artista.