SENTIMIENTOS EN GRIS CLARITO Y UN TOQUE DE ROJO
Olvidemos ese logo de cacahuate flotante del cine cordobés. Olvidemos la angustia ética de todo periodista regional enfrentándose a esta crítica. Olvidemos la euforia colectiva por esta inyección de adrenalina que recibieron los cineastas de La Cañada. Olvidemos que filmar un largometraje te hipoteca la casa y arrastra a la demencia. Olvidemos el término malintencionado de ópera prima, sinónimo insolente de promesa o inmadurez.
Con esta amnesia se respira un poco. Me tildo mirando el techo y encuentro mi espectador interior. Y este espectador interior piensa que sería imbécil perderse El Invierno de los Raros. Todo aquel que suponga al cine como medio de expresión necesitaría, ya-ya-ya, ver esta película.
Impresión general: El Invierno de los Raros rompe un espejo y después se contempla. La rareza del reflejo es tal que conduce al delirio místico.
Logro tan enorme como incómodo. El Invierno de los Raros es muy sutil, muy atmosférica, muy pura, muy cautivante, muy contenida. Esta discreción extrema hace que los personajes se tambaleen entre la línea de la sugestión y el anulamiento. No siempre un plano sostenido y enigmático entrega información útil. Rodrigo Guerrero hace de la divagación visual un riesgo conciente. O el espectador se retrotrae en el laberinto de la sensibilidad o se aburre estrepitosamente. Esto va más allá de un tipo de cine, más allá de lo comercial vs. lo independiente.
Cuando Rodrigo Guerrero no está ensimismado en un costumbrismo desbocado, impone en el relato una tensión insoportable, manejo eléctrico del espacio, retorcimiento furioso de los personajes. Un agobio que te enloquece de placer. El guión se decide a la crisis y estalla la historia.
Un ejemplo. El personaje de Elisa Gagliano aparece con un bolso negro, da vueltas con Paula Lussi, conoce a Lautaro Delgado, fuma en un hotel, mira vidrieras, anda a caballo. Está súper triste. Todo esto se encuadra originalmente, se baña de luz invernal, se acompaña con una paleta de colores ajustadísima. ¿Pero qué onda el personaje?, ¿por qué tan libre, tan abierto, tan nada? Entonces Elisa Gagliano habla con Paula Lussi sobre sexo… Y el personaje se enriquece posta, se llena de complejidades y matices. Elisa Gagliano es un enigma útil, nos obliga a pensar el personaje. Son pistas que agradecemos. Y no es que Rodrigo Guerrero traicione su sutileza; no, la sutileza continúa pero con una intención narrativa rabiosa.
El Invierno de los Raros hace estos zigzagueos siempre. La intimidad de la nada o la intimidad de lo útil. Y para mí la puesta en escena de Rodrigo Guerrero es alucinante cuando busca lo útil. La cámara es una de las más huidizas en la historia del cine. Encuadra pedazos, detalles, formas, reflejos, hace que las cosas se vayan sin moverse. Pareciera que Rodrigo Guerrero diseña el semi-fuera de campo. Una plástica de la timidez, pintura de la depresión pueblerina. Puesta en escena atormentada y sintomática: no se anima a narrar directamente, va por caminos alternos, contando todo cifradamente. Bueno, ya lo dije: esto es un lujo cuando los personajes están contenidos por situaciones dramáticas.
La escena de Lautaro Delgado y Paula Lussi explota. La fiesta del club está genial en su entramado convergente. La charla de Luis Machín con Fanny Cittadini comprime 50 años en 2 minutos. El globo rojo medio desinflado dentro de todo ese cromatismo gris clarito tiene un peso dramático devastador.
En fin, Rodrigo Guerrero es un fanático de la poesía pero a veces asoma un cuentista siniestro y decidido. Su sensibilidad y su inteligencia están mezcladas de forma rarísima.
Y la rareza es un desdoblamiento de la realidad con derecho a confundir y desmantelar muchos moldes.
Bien ahí : )
Calificación: 10 morenaux
_____________________________
Titulo: El Invierno de los Raros
Elenco: Luis Machin (Fabián) – Lautaro Delgado (Gustavo) – Paula Lussi (Marcia) – Maitén Laguna (Rocío) – Elisa Gagliano (Sabrina) – Fanny Cittadini (Tete). Con la participación especial de Max Berliner y Coni Vera.
Año: 2011
Género: Drama
Duración: 110 min
Formato de rodaje: HD
Formato de Exhibición: 35 mm Color / HDCAM
Música: Santiago Candegabe (Syncfilmico)
Dirección de sonido: Guillermo Sempronii
Dirección de fotografía: Marcos Rostagno
Dirección de arte: María Paz Bloj, Victoria Suárez
Edición: Rodirgo Guerrero, Antonio Pita
Producción ejecutiva: Lorena Quevedo
Productores: Lorena Quevedo, Rodrigo Guerrero
Escrita y dirigida por: Rodrigo Guerrero
Compañía productora: Twins Latin Films.
mientras veia el invierno de los raros pensaba: claro!, cba. tenia que tener su pelicula «contemporanea» con personajes que estan solos y que van y vienen y que por momentos se encuentran, se relacionan y conectan y comparten entre otras cosas: miradas, silencios, cuerpos, emociones, objetos, espacios, circunstancias cotidianas, y pequeños dialogos que lo dicen y resignifican todo (supuestamente). a veces creo que este tipo de peliculas no hacen otra cosa que subestimar a las personas ajenas a la cultura cinematografica alimentando el ego, el narcisismo y la vanidad de los criticos especializados o «entendidos». a mi me parecio poco genuina en su poetica y forma narrativa con un guion literario argumental algo insulso. no creo que uno sea un imbecil porque no quiera verla o acercarse a ella. y si no la ven no se pierden de nada. creo que es necesario e importante ir a verla para apoyar asi a las producciones locales y para apoyar el espacio del incaa en la ciudad.
23, quizá deba disculparme por mi forma de redactar. Si revisa mi obra literaria, y perdón por la redirección narcisista, va a notar una ira incontenible que hago festiva con la autoparodia. Llamar imbéciles a los que no vean El Invierno de los Raros es un modo de empujar (modo violento, sí) ir al cine y apoyar la industria local.
Vea, estoy terminando de estudiar cine y me conviene que el panorama sea positivo. Que la industria crezca. Córdoba me cae bien y quiero trabajar acá.
Los matices que vi en la peli están claros en el comentario. No soy crítico entendido y me da pánico evaluar. Trato de crear minirelatos usando películas como inspiración.
Ojalá despierte curiosidad. La curiosidad sirve para querer sacarse una duda. No señalaría qué ver. Al condenar una peli y obligar no verla mi propio texto se invalida, queda imperfecto, le falta su pieza más importante y a la que le debe todo: la película en cuestión.
Escribir sobre cine es rogar que se vaya al cine.