Crónica: PLANETA TERRA FESTIVAL

CUANDO LA MÚSICA ES LO QUE IMPORTA

Por Bitácora de Vuelo

Crónica de la primera edición del Planeta Terra Festival

Desde hace un par de años las productoras locales apuestan al formato combo, en un mismo evento tenes varias bandas y diferentes escenarios para ir alternando. Se trata de un problema de inversión suelen decir ellos y reducir los costos de producción. El resultado está a la vista, una dudosa gestión de público que lejos de permitirse escuchar varias bandas sólo se permite oír “su banda”.

Otro fenómeno relacionado y muy repetido últimamente es lo que yo llamo “los no festivales” bajo un nombre piola y novedoso como ocurrió acá con el Planeta Terra, se lanzan gacetillas de prensa, spot digitales y publicidades que nos venden una nueva idea de disfrutar la música, una forma diferente de vincularse, sumado a otros supuestos atractivos. Nada de eso ocurre. Por último está el tema del valor de la entrada, por una extraña razón quien compra su pase en el canal legal descubre que luego es posible encontrar a un precio menor en los portales de venta la misma entrada. ¿Raro no? ¿Cuál es precio verdadero?

Como escribió un colega, el Planeta Terra Festival nos hizo sentir a todos los efectos del calentamiento global, el predio de Tecnopolis hizo su bautismo con una media de 30 grado de calor sin ningún aire acondicionado o ventilador a la vista. El único refresco posible eran las gaseosas o la cerveza (sin alcohol) a un módico precio de veinte pesos.

La música, lo importante

El combo nacional abrió con Baltasar Comotto e incluyo a UN, la banda de los ex Victoria Mil, Miguel Castro y Leonardo Santos, a El Mató a un Policía Motorizado y Onda Vaga. El actual guitarrista de Calamaro demostró su virtuosismo ante un público nuevo que poco sabía de su historial musical (convocado por el Flaco Espineta, Indio Solari y Divididos), fueron 35 minutos de rock en serio.

El Mató a un Policía Motorizado hizo un repaso de sus tres discos alternando canciones pero especialmente temas de “La Dinastía Scorpio”, su última placa. Los chicos suenan bárbaro, son un mix de muchas violas, una voz que acompaña al estilo pop (muy pegadizo) y el punteo del bajo.

Onda Vaga viene sosteniendo su carrera más allá del hit “Mambeando” (tema que no tocaron), recitales en el Konex, el Luna Park autogestionado y su gira por Europa y Japón, todo parece indicar un camino de prosperidad para ellos. La banda tuvo la visita del Alvy Singer, más conocido por sus trabajos publicitarios (es el supuesto sommerliers de una bebida light) que por su trayectoria musical. Yo me puse a cantar, tartarali, tartala dice su la canción del nuevo disco “Magna Elemental”.

Palms Violets y Travis ofrecieron un show correcto, tocaron sus hits, saludaron al público y cumplieron con niveles milimétricos su tiempo en el escenario: demasiado perfecto para un performance rockera. ¿Algo más que escribir? El baterista de Travis cumplió años y entre todos cantaron el feliz cumpleaños.

Lana del Rey fue el plato fuerte del festival, como explicarlo, pensemos cuando vamos a un restaurante y sólo nos importa el postre que sirven, lo demás es accesorio, es verdad debemos esperar y armarnos de paciencia. Todo por ese “postre”. Un público mayoritariamente adolecente hizo eso: espero, dio vueltas, levanto algunos carteles de apoyo para por fin, cuando caía la noche disfrutar del gran momento: escuchar a Lana del Rey. Habilidad, marketing o como se llame todo lo que rodea a esta mujer hermosa está calculado, desde comenzar el show descalza con un baby doll, besar a un chica del público, sacarse el retorno con delicadeza firmar autógrafo o pedir disculpas porque el tiempo se terminó “ Tengo otras canciones pero ya es tarde” dijo la cantante / ¿modelo? Fueron 58 minutos de recital. En todas sus canciones nos recuerda su pasado turbio, lleno de abusos de sustancias, puro drama musical y en los dramas siempre abundan los violines como acá (cuatro en total) El recital abrió con “Cola” siguió con” Born to die” y finalizó con “Video Games” y “National Anthem”.

Beck democratizó el festival adiós Vip y Campo, por fin todos seremos iguales, la barrera que separaba el público continuaba pero los seguridad liberaron el acceso, eran casi las 12 de la noche, hacía mucho calor y la pista parecía vacía. Este es el último concierto del año que damos, anticipó. Sin disco nuevo, el recital fue un repaso completo de su trayectoria incluyendo “Loser”, “Devil’s Haircut», «Novacane» y » Where It’s At» para repetir lo que hizo en otros conciertos: hacer una versión mixta de “Sissyneck / Billie Jean”. Beck le recordó a un público mayoritariamente sub 35 porque “Mutations” fue un disco fundamental a los finales de los 90. Como un camaleón alternó el indie, el rock experimental y el blues. Al igual que en la Cenicienta, pero con un poco más de tolerancia, a la 1 y media de la mañana el hechizo se terminó.

Dios Salve a la Música

Las palabras de Zeta Bosio anticipando lo que sería el festival parecen más un ejercicio de ficción que de realidad. Problemas organizativos, cambios de escenarios y mucho calor fueron las claves de este festival. ¿Será la primera / última edición? El dato: en Lima (Perú) el año pasado se suspendió por falta de público y este año no se realizó. El que se quema con leche….